
Lo que brilla no siempre es oro: el fenómeno de los “gatos pintados”
Hoy en día, lo más atractivo es aquello que genera más movimiento en redes sociales: más vistas, más emoción, lo más nuevo y viral. Y esta misma lógica se refleja en la bolsa de valores. Nos encontramos con empresas que tienen valoraciones completamente absurdas, o que están claramente sobrevaloradas. Un ejemplo es NVDA, con un precio por acción de 131.38 USD (que, si no fuera por el split reciente, equivaldría a 1,313.80 USD).
Pero también existen aquellas empresas que ofrecen dividendos muy, pero muy altos. Las llamadas “High Dividend”, que superan el 8% anual, e incluso algunas que reparten dividendos de forma mensual. Entre estas se encuentran varios ETF’s (fondos cotizados en bolsa) que, en mi opinión, no son más que fondos que podrían irse a pique en cualquier momento.
Dividendos altos: ¿inversión segura o trampa disfrazada?
¿Qué son los dividendos y cómo funcionan?
Invertir en empresas o ETF’s que brindan dividendos, en términos simples, significa que colocas tu dinero en la compra de acciones de esa entidad. A cambio, recibes una parte proporcional de sus utilidades netas (es decir, las ganancias después de impuestos). Eso es lo que llamamos dividendo.
Como en cualquier proyecto de inversión, existe un valor en riesgo, que representa el monto que podrías perder si la inversión no resulta como esperabas. Para medir este riesgo, los gestores de proyectos solemos usar una métrica llamada Tasa de descuento del accionista, y los financieros lo conocen como Costo de capital.
En palabras simples, es el costo real de tu dinero: lo mínimo que deberías ganar para que valga la pena invertir. Esa tasa sirve como referencia para decidir si una inversión es aceptable o si su riesgo es demasiado alto en relación con el posible beneficio.

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Dividendos en empresas pequeñas.
ejemplos reales: el caso ARR – Dividendos mensuales, pero con alta volatilidad
En una empresa pequeña que no cotiza en bolsa, los dividendos suelen recibirlos principalmente los accionistas, como la junta directiva o el gobierno corporativo. En ocasiones, también se benefician los gerentes corporativos, gerentes de sucursales o algunos asesores que han contribuido a la generación de utilidades.
Los dividendos representan una relación ganar-ganar, ya que es una porción de las ganancias que se distribuye tras cerrar el ejercicio. La mayoría de las empresas entregan estos pagos después de presentar resultados, normalmente de forma trimestral, es decir, cuatro pagos al año.
Ahora, para ejemplificar, veamos a la empresa con ticker ARR. Su precio por acción es de $19.70 USD y ofrece un dividendo mensual de $0.24 USD por acción, lo que representa un rendimiento anual del 14.8%. ¿Atractivo, verdad?
KO (Coca-Cola) – Estabilidad, pero bajos dividendos
Claro que hay empresas que ofrecen muy, pero muy poco rendimiento en dividendos. Y esta empresa la conoces muy bien: KO (Coca-Cola).
Su precio por acción es de $62.69 USD y paga un dividendo anual de $1.94 USD, lo que equivale a un rendimiento del 3.08%.
KO no ha tenido el mejor desempeño en los últimos dos años, manteniendo prácticamente el mismo precio. En 2022 llegó a tocar los $55 USD, con una volatilidad muy baja: sube $4, baja $3, y así ha estado por dos años seguidos.
Es una acción ideal para la estrategia Buy and Hold, pero tal cual, sería un viaje hacia ningún lugar.
Aun así, sigue siendo la favorita de muchos inversores, especialmente por lo que dice Warren Buffett. (Creo que con solo el dividendo por la cantidad de acciones que Berkshire Hathaway tiene en KO, deben pagar la nómina. Claro, es broma.)


Volatilidad y riesgo: el lado oculto de las altas rentabilidades
Ya viendo las dos caras de la moneda, podemos analizar los posibles efectos al invertir en estas dos empresas.
En el caso de ARR, su gráfico muestra una alta volatilidad, que se traduce en riesgo. En menos de 7 días, su precio podría caer de $19.66 USD a $17.37 USD por acción, una caída del 12.39%.
Sí, es una caída considerable. Aunque el dividendo sea del 14.8%, existe el riesgo de que el precio siga bajando, que sus mínimos sean cada vez más bajos y que el punto de equilibrio se rompa, entrando en pérdida.
En este escenario, si además descontamos la inflación, ya estarías perdiendo dinero.
CLM – El más alto rendimiento con el mayor riesgo
Ahora veamos otro ejemplo real: la empresa con el ticker CLM, cuyo precio por acción es de $7.76 USD. Esta acción paga un dividendo de $0.11 USD por acción, lo que representa un rendimiento del 16.9% anual.
¿Atractivo? ¡Claro que sí! ¿Te imaginas ganar casi un 17% anual? Muchas startups ni siquiera alcanzan ese nivel de utilidad.
Imagina esto: con una inversión inicial muy baja —tan solo $7.76 USD— podrías comprar 1, 10, 100 o incluso 10,000 acciones, dependiendo de tu capital. Una entrada accesible para muchos, con una rentabilidad que suena tentadora.


Cuando el dividendo no compensa la caída: el lado oscuro de CLM
Pero, aterrizando este análisis, el riesgo puede ser considerablemente peor de lo que parece. CLM, por ejemplo, muestra una volatilidad aún mayor que ARR y KO juntas.
Si analizamos su gráfico, podemos ver caídas de hasta 28.49% en apenas 54 días. En este escenario, tu pérdida sería muy alta, superando con facilidad el total de dividendos generados durante todo un año.
Y si además le sumas el impacto de la inflación, tu pérdida real sería aún mayor. Es decir, podrías terminar perdiendo mucho más de lo que creías estar ganando.
¿Y si la empresa desaparece del mercado? El riesgo oculto del OTC
Y si le sumamos otro factor que muchos no consideran: la decisión de la junta directiva o gobierno corporativo. Si la empresa tiene un mal desempeño, podrían optar por venderla o reestructurarla. Y en ese proceso, es muy probable que su cotización inicial cambie y termine listada como una empresa OTC (Over The Counter).
Cuando eso ocurre, los brokers —especialmente si no estás en Estados Unidos— podrían verse obligados a cerrar (vender) tus posiciones, aunque estén en pérdida, ya que muchos inversores internacionales no tienen permisos para operar instrumentos OTC.
A esto hay que sumarle la posible depreciación de la acción. El resultado final es un riesgo importante que podrías no haber previsto desde el inicio, y que puede costarte mucho más que una simple pérdida técnica.
Gestionar el riesgo: cómo convertir un “gato pintado” en una oportunidad real
Por eso, estos “gatos pintados” —acciones llamativas con altos dividendos pero riesgos escondidos— pueden ser administrados correctamente si aplicamos una gestión de riesgos efectiva y un rebalanceo constante del portafolio.
Al hacerlo, no solo puedes proteger tu capital, sino también alcanzar rendimientos superiores a tus expectativas, incluso en mercados volátiles.
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